Visión Maya es una de las iniciativas destacadas de la Ruta del Emprendedor de Red Emprende, una asociación que ha logrado superar grandes desafíos gracias a la perseverancia. Este emprendimiento, liderado actualmente por Claudia Cumes López, se dedica a la producción y comercialización de hongos ostra, un producto saludable, nutritivo y flexible que ha ido ganando aceptación en San Andrés Semetabaj, Guatemala, y en otros municipios cercanos. Lo más inspirador de esta historia es que Vision Maya es mucho más que un negocio: es una fuente de trabajo, superación y esperanza para muchas mujeres de la región.
El origen de la Asociación Visión Maya se remonta a hace 20 años, cuando Carmela Sacuj, madre de cinco hijos, decidió emprender para poder sacar adelante a su familia después de haber sido abandonada por su esposo. Sin estudios previos y enfrentando la incertidumbre, Carmela reunió a un pequeño grupo de mujeres, en su mayoría madres de familia, para ver qué emprendimiento podían llevar a cabo. Después de evaluar varias opciones como la cría de pollos y costura, optaron por los hongos ostra, ya que era un producto innovador en San Andrés, de fácil cultivo desde casa, saludable y de alta demanda.
El camino no fue fácil. En sus primeros años, el proyecto atravesó muchas dificultades, entre ellas la desconfianza de la población local. Al principio, las personas pensaban que los hongos eran venenosos. Fue solo después de múltiples pruebas y estudios que comenzaron a convencer a los vecinos de que el hongo ostra era, en realidad, un producto nutritivo y seguro. Claudia recuerda con emoción cómo, con cada paso, el equipo fue aprendiendo a base de prueba y error, y cómo la perseverancia fue clave para que las personas comenzaran a probar y consumir los hongos.
Lo que hace única a la Asociación Visión Maya es su modelo de trabajo colaborativo. El proceso de producción es artesanal y se realiza en las casas de las socias. Cada miembro de la asociación tiene un módulo de producción adaptado en su hogar, lo que les permite manejar el tiempo y los recursos de manera flexible. Actualmente, Visión Maya cuenta con 25 socias, aunque muchas otras personas han mostrado interés en unirse al proyecto, lo que refleja el potencial de crecimiento y la aceptación que ha ganado la iniciativa.
Sin embargo, como en cualquier emprendimiento, el crecimiento ha tenido sus límites. A pesar de la alta demanda de los hongos, la capacidad de siembra está restringida por el espacio disponible en los hogares de las socias. Esto ha sido una barrera para ampliar la producción, pero también una motivación para innovar y buscar soluciones que permitan aumentar la capacidad de cultivo, como la adquisición de una trituradora para mejorar el proceso de preparación del sustrato de siembra.
La participación de Asociación Visión Maya en la Ruta del Emprendedor de Red Emprende ha sido clave para dar un paso más en su evolución. Claudia Cumes, quien asumió la dirección del proyecto a principios de este año, destaca que la asistencia técnica brindada por el programa ha sido invaluable para el crecimiento de la asociación. Gracias a la capacitación recibida en áreas como innovación, finanzas y formalización, Visión Maya ha podido optimizar sus procesos y, lo más importante, se ha preparado para acceder a capital semilla que les permitirá hacer realidad un sueño que llevaban años persiguiendo: la compra de una máquina trituradora para procesar el olote (el maíz seco que utilizan como base para los hongos). Antes, este proceso lo realizaban de forma manual o compraban el olote ya triturado, lo que representaba un gasto adicional. Ahora, con la nueva máquina, podrán reducir costos y mejorar la calidad del producto, lo que beneficiará tanto a las socias como a los clientes.
Lo que realmente distingue a Visión Maya es su impacto social. En su mayoría, las socias son mujeres que, en muchos casos, se encontraban en situaciones vulnerables, como falta de empleo, estudios o haber vivido experiencias difíciles, como la violencia intrafamiliar, el alcoholismo o la drogadicción. Para muchas de ellas, el proyecto ha sido una oportunidad para superar obstáculos personales y profesionales. Algunas socias mayores, por ejemplo, expresan su gratitud porque, a pesar de su edad, pueden seguir siendo productivas y sentirse útiles, lo que les da un sentido de propósito y pertenencia.
Claudia nos cuenta que una de las socias comentó emocionada: "Gracias por esta oportunidad, por tomarnos en cuenta, porque a pesar de la edad, podemos trabajar y nos sentimos útiles." Este tipo de testimonios es lo que motiva a Claudia y al resto del equipo de Visión Maya a seguir adelante. Las mujeres de la asociación no solo generan ingresos para sus hogares, sino que también se sienten parte de una comunidad que trabaja junta para mejorar su calidad de vida.
Red Emprende es un programa financiado por La Unión Europea y viene a sumar los esfuerzos para fortalecer la Política Nacional de Empleo Digno 2017 – 2032 (PNED), los principios que la rigen enfocados en el respeto a los derechos humanos, el trabajo decente, el diálogo social tripartito, la equidad de género, la inclusión, la sostenibilidad, la corresponsabilidad y la territorialización.