En Sololá, Sololá, Ana Paulina Xoquic Cuc y su esposo han creado un emprendimiento que ha marcado una diferencia en su comunidad. La Pastelería MoKa Artesanal comenzó en 2021, impulsada por la necesidad económica durante la pandemia. Ana, que estaba cuidando a su hija mientras su esposo se encontraba sin trabajo, decidió explorar nuevas oportunidades para generar ingresos.
El negocio comenzó con pies y empanadas, usando una receta que les dejó el abuelo de Ana. Aunque al principio solo preparaban estos productos para su familia, el esposo de Ana vio potencial en ellos y le sugirió que los vendiera. Ana, inicialmente con dudas, aceptó la idea y su esposo se encargó de las ventas.
El nombre del emprendimiento, MoKa, tiene un significado especial. “MoKa” es una combinación del apodo de su hija Ixkakaw, conocida cariñosamente como Moshita. Este nombre no solo rinde homenaje a su hija, sino que también refleja la conexión con sus raíces y la herencia familiar en el negocio de la pastelería.
Con el tiempo, Ana comenzó a aprender más sobre pastelería a través de talleres en línea y se animó a experimentar con nuevos productos. MoKa se ha especializado en pies, empanadas, pasteles, chocobombas y gomitas artesanales, y es el único en la zona que vende chocobombas. Sus productos son completamente artesanales, sin harinas prefabricadas ni mermeladas, lo que les da un toque especial.
A pesar de que MoKa no tiene un local físico y opera principalmente a través de redes sociales, Ana ha encontrado formas de crecer. Gracias al Proyecto Red Emprende, recibieron asistencia en áreas clave como imagen gráfica, formalización del negocio y, más recientemente, finanzas. Este apoyo les ha permitido mejorar su presencia en redes y formalizar su negocio, incluyendo la obtención de registros legales y facturación.
Uno de los mayores desafíos para Ana y su esposo ha sido el miedo al fracaso. Ana recordaba las dificultades que su madre había enfrentado con su propio negocio y temía que a la gente no le gustaran sus productos. Sin embargo, el optimismo de su esposo y su deseo de innovar les ha ayudado a superar estos miedos.
Con el capital semilla que recibirán, planean comprar un horno más grande y una vitrina de pasteles para su local en el negocio de su hermana, lo que les permitirá mejorar su capacidad de producción y exhibición. Aunque actualmente solo ellos trabajan en el emprendimiento, Ana también da tutorías a niñas de primaria para becas, mientras su esposo trabaja en recursos humanos en una veterinaria.
Ana ofrece un consejo valioso para aquellos que están considerando emprender pero se sienten paralizados por el miedo. Ella señala que uno de los principales obstáculos al comenzar un negocio son los pensamientos negativos y las dudas internas. “El primer obstáculo son los pensamientos. Hay que analizar el producto que se quiere vender, entender su mercado potencial y evaluar cuánta demanda existe. Una vez que se tenga claro esto, es fundamental dar el salto de fe”, explica Ana.
Ana y su familia están muy agradecidos con el Proyecto Red Emprende por todo el apoyo recibido. “Nos han ayudado mucho a profesionalizar nuestro negocio y seguir adelante”, afirma Ana.
MoKa ofrece servicio a domicilio dentro del casco urbano de Sololá y también se puede contactar a través de su página de Facebook, MoKa Artesanal.
Ana, su esposo y su hija.
Red Emprende es un programa financiado por La Unión Europea y viene a sumar los esfuerzos para fortalecer la Política Nacional de Empleo Digno 2017 – 2032 (PNED), los principios que la rigen enfocados en el respeto a los derechos humanos, el trabajo decente, el diálogo social tripartito, la equidad de género, la inclusión, la sostenibilidad, la corresponsabilidad y la territorialización.